Para ello… existen clases deportivas en las que se encuadran los y las deportistas con una funcionalidad o características de su discapacacidad similares. Para competir, los atletas utilizan diferentes adaptaciones en función del tipo de discapacidad. Algunos ejemplos de estas adaptaciones serían: una prótesis para compensar la pérdida de un miembro; o una silla de ruedas para la falta de movilidad.

En cuanto a las clasificaciones funcionales, aquellas que habíamos dicho igualan a los deportistas entre si y que, en teoría, permiten que sea el esfuerzo y el entrenamiento los que eleven a un deportista a un mejor nivel que a otros, encuadra a los y las deportistas en diversos grados de acción de movimientos.

La denominación de las clases funcionales consta de letras que indican el tipo de discapacidad que tienen los y las deportistas. Siendo WH, para deportistas de sillas de ruedas; SL para deportistas con afectación en miembros inferiores; SU para deportistas con afectación en miembros superiores y SS para deportistas con acondroplasia.